Esta es una serie en la que me propongo convencerte de que si buscas entre tus libretas, tarjetas, papeles, seguramente en ellos ya tienes material para uno o más proyectos de escritura.
Si de libros de temas cristianos se trata, busca entre todos esos papeles. Tal vez, entre ellos tengas:
- estudios bíblicos que hayas ofrecido
- cualquier otro tipo de enseñanza
- predicaciones o reflexiones
- devocionales que hayas ofrecido en la iglesia
- pensamientos inspiradores breves
- poemas
- cánticos
- cuentos
- ensayos
Estas son algunas ideas, pero puede ser que tengas otro tipo de material que puedas recopilar y organizar por tema para darle unidad, cohesión y, por lo tanto, identidad y definir su finalidad. Entonces, determinar qué tipo de proyecto puedes elaborar.
Claro, siempre hay que distinguir entre la Escritura Personal, que es privada, es solo para nosotros y no para compartirla; y la Escritura Pública, que se puede y deseemos compartir con algún grupo de personas o con muchas.
Recuerda que se trata de material que ya tengas listo. Obviamente, siempre habrá que adaptarlo y editarlo, pero no escribir como tal.
Repetiré lo que ya había escrito en el primer artículo de esta serie:
- Comienza a considerar seriamente esta posibilidad.
- Date a la tarea de buscar esas libretas, bosquejos, tarjetas, papeles que guardas.
- Sacúdele el polvo con mucho amor y devoción viendo su potencial, así como cuando uno ve a alguien y puede darse cuenta de lo que puede llegar a convertirse.
- Destina un lugar de importancia en tu cuarto o lugar de trabajo.
- Elabora una lista de lo que más o menos tienes allí que podría convertirse en la materia de algún Proyecto de Escritura.